... cada kilómetro un mar de felicidad, cada entorno un referente para los sentidos, y cada persona, el puto mundo.



Kickin' On 66, Julio 2011


4000 millas a través de las tierras más dispares y legendarias que puedas encontrar en el corazón de los Estados Unidos. A ritmo de Classic Rock y tomando como referencia la histórica Ruta 66 que cruza el país de costa a costa, se han sucedido estados de la Unión como California, Nevada, Arizona o Nuevo México donde sus devastadores desiertos con temperaturas nunca por debajo de los 40ºC han sido prueba de resistencia a jinetes y monturas, estados como Texas, Oklahoma, Arkansas, Missouri e Illinois, auténticos alma mater de la cultura americana donde la sabiduría popular rezuma por cada uno de sus enormes poros, y sí, una pequeña concesión a titulo personal como es la visita obligada a la ciudad de Memphis en el sureño y "real" estado de Tennessee.
En definitiva, una aventura a través de un país extenso hasta el infinito en donde sus hospitalarias gentes nos han brindado la oportunidad de conocer más a fondo este gran país, y donde servidor, una vez más, se ha liberado de un montón de prejuicios y absurdos clichés sobre el sorprendente e inigualable modo de vida americano: toda una declaración de hospitalidad, educación y buenas costumbres, todo un placer...


DÍA 1 Los Ángeles (California)-Beatty (Nevada) (410 millas)

La noche en el hotel se hace eterna y es que no encontramos el momento para ir a recoger a nuestras nenas, a las cinco el Pelao ya anda intranquilo pero hasta las nueve no hay nada que hacer, así que duchita, desayuno made in the USA y zumbando a por las máquinas.
Una jornada que promete pero también impone y es que no en vano pretendemos adentrarnos por el desierto del Mojave a través de sus polvorientas carreteras y hacer acto de presencia en Death Valley hasta entrar en el estado de Nevada. Con temperaturas infernales dignas del más fiero de los desiertos y sin apenas poblaciones donde repostar también algo de líquido, la aventura esta servida. Poblaciones como Mojave, Pearsonville, Cartago, Lone Pine, Independence o Big Pine se suceden entre montañas y desiertos, y desde esta última non stop sin repostajes ni agua (más de 150 millas) hasta Beatty después de cruzar el increíble y solitario Valle de la Muerte.
La noche no puede ser más acertada, cena en garito al más puro estilo sureño y fonda en nuestro primer Motel, el Atomic Inn, todo un icono freak...

Nuestras flamantes nenas aguardan a ser montadas...

... pero antes prueba de fuego: intentar salir de esta enorme ciudad que es Los Ángeles, LA o simplemente LAX.

En la localidad de Mojave bautizamos a nuestras fieles servidoras al más puro estilo spanish...

... y zumbando que es gerundio, eso sí, siempre atentos a la carretera y a sus fieles custodiadores ja, ja.

Las millas empiezan a caer y el calor a levantarse.

La consigna ya esta dada...

... keep on rollin'...

... hasta morir!.

Implacable es el desierto pero no para sus ancestros moradores los indios Mojave que durante siglos han recorrido estas tierras como tribus trashumantes.

El termómetro rozando los 38 ºC y en la radio los Stones me avisan que She's so cold, eh?!.

A esto me refería, el desierto rodeado de montañas...

... y Red Rock Canyon a nuestra vera.

Enormes rectas, paisajes alucinantes y apenas tráfico, otro planeta?.

La rodada es firme y segura y a cada milla recorrida mi nueva nena es ya casi de la familia.

Solo un pequeño oasis en medio de la nada te da fuerzas para continuar...

... algo de comer, algo de beber...

... y algo en lo que pensar ja, ja.

Mola aunque solo sea por unas millas poder compartir la ruta con otros de tu calaña,...

... siempre te acerca un poco más o al menos es lo que siempre deseas.

Pequeñas localidades muy de vez en cuando nos recuerda la casi total ausencia de gasolineras...

... sin embargo, si de paisajes se trata...

... la borrachera puede ser monumental y con efectos secundarios.

Próximos a Big Pine los últimos intentos por redireccionar la ruta resultan infructuosos...

... los últimos bikers pasan directos al desván de los recuerdos...

... los impresionantes Mac a lo más profundo de la retina...

... y la preciada agua, aunque sea caliente y escasa, a cada uno de nuestros maltrechos poros...

... el paso por el Valle de la Muerte esta servido.

Pero antes las fotos de rigor ja, ja.

Primeras curvas y cambios de rasante...

... y primera toma de muestras in situ.

En pleno valle las rectas se hacen infinitas, una extraña sensación de soledad y gratitud se apodera de nosotros...

... y no es para menos, no hay un puto alma en medio de la inmensidad!.

El cambio de estado puede resultar imperceptible, nada de polis ni de gasolineras, ni garitos de carretera...

... y es que en el desierto de Nevada cualquier señal en la carretera nos recuerda por que estamos aquí...

... estos también ja, ja.

Con el depósito casi vacío se nos avisa que estamos próximos a Beatty...

... y a su Atomic Inn, primer motel de toda una serie y que mejor estreno, recepcionista a la altura del lugar y enfrente típico garito sureño donde tomar algo antes de retirarnos y descansar.


DÍA 2 Beatty-Las Vegas (120 millas)

La ciudad del pecado ronda por nuestras cabezas así que después de un suculento desayuno atendido por dos señoras de bandera enfilamos sin pérdida por la 95 hacia la ciudad de Las Vegas. La jornada es lineal y sin contratiempos, amenizando la ruta Hurdy gurdy man de Donovan y las ansias por rodar, solo el calor sofocante de la mañana es la nota discordante una vez más, en nuestro destino toda una filosofía de vida por descubrir, hoteles, casinos, garitos, lujuria, excesos y perdición por doquier hacen de esta ciudad el referente para todo amante de sensaciones extremas... y sin olvidarnos del "monkey", oiga! ja, ja.

Amanece en Beatty sin la fresca...

... desayuno sunny up...
... y a rodar en compañía, compañía? bueno es un decir.

Carreteras por descubrir...

... y algún que otro lugar pintoresco...

... por inmortalizar.

En Las Vegas nos aguarda nuestro despampanante Caesars Palace y es que se nos antoja disfrutar de una noche en un lugar pecaminoso sin que nos falte de ná... rocanrol!.

Igualito que en las pelis...
... o casi ja, ja.

No es el Atomic pero te sientes como en casa...

... una mezcla entre calor de hogar...

... y maldita vecindad ja, ja.

Las Vegas bulevard la más transitada...

... el Harley Café espectacular...
... pero demasiado correcto...
... y Las Vegas la nuit, pues eso, la más esperada...

... pero eso amigos, eso será en otra crónica, hasta mañana pendejines.


DÍA 3 Las Vegas- Kingman (Arizona) (300 millas)

Una jornada más de desiertos y altas temperaturas. Nos adentramos de pleno en la Reserva Nacional del Mojave por la carretera que conduce al pueblo fantasma de Kelso, y es que debido a un ligero "despiste" decidimos variar la ruta hasta conectar de nuevo con la histórica 66. Esta vez el despiste nos sale caro y si no que se lo digan a la máquina de refrescos del motel en Needles, hasta las cejas! ja, ja. El resto de la ruta es acojonante incluida la pequeña localidad de Oatman ya en Arizona, auténtico pueblo del oeste de las pelis de vaqueros que nos lleva directos a Kingman, destino de la jornada.

Con mucha penita abandonamos el gran Caesars...

... para adentramos por la interestatal 15 hasta los confines de la civilización. La circulación es densa y a momentos pausada, así que, que mejor terapia que Foghat y su Slow ride para apaciguar los ánimos?...

... y funciona!.

En Baker nuestro primer Denny's toda una experiencia gastronómica pero rechaza los de categoría deluxe, eh pelao? ja, ja.

En el Mojave hasta las carreteras son rojas por el sol ja, ja...

Ni un alma, ni un problema, ni una preocupación, solo tú y tus pensamientos.

En Kelso ya sentimos los primeros efectos de la deshidratación, aun así, se me encierra como a un vulgar cuatrero en esta sórdida mazmorra, tela marinera...

La dirección nos la marca la interestatal 40...

... y es que la antigua ruta 66 discurre hoy en día por varios tramos de la actual 40, el resto pasó al reino del olvido.

La milagrosa maquinita en Needles un oasis en mitad del duro desierto.

Esto si que mola!...

... la 66 y sus salvajes paisajes para nosotros solitos...

... te permiten concesiones de todo tipo sin preocuparte por el que dirán o por quién te sancionará ja, ja.

En Oatman hasta el tiempo se detiene.
Antiguo pueblo minero durante la "fiebre del oro"...

... es hoy en día un pueblo donde recorrer sus calles se convierte en todo un ejercicio de memoria histórica, pero sin daños colaterales del tipo pseudopolítico, ya me entendéis.

El antiguo hotel del siglo pasado permanece vacío e inalterable...

... y en sus bares y restaurantes el cartel de "armas no permitidas" esta a la orden del día, y no es coña...

Fantásticas fachadas...

... y fantásticas vistas, o no?.

Paso obligado de la antigua 66 Oatman es hoy en día historia viva de los Estados de la Unión...

... y por sus carreteras de montaña las infinitas rectas ceden el paso a tímidas curvas hasta llegar a nuestro fin de etapa...

... el Silver Queen en Kingman, sleep, sleep.


DÍA 4 Kingman-Winslow (350 millas)

Día de nubes y de tormentas, día de bochorno, día de fresquete, día de Grand Canyon. Día de interestatal 40, día de encuentros, día de la hospitalidad americana, día de Grand Canyon. Día de Peach Springs, Williams, Valle, 180, Flagstaff, Winona, día de bosques, día de Angélica, día de Grand Canyon.

Amanece encapotado pero antes nuestro querido desayuno sunny up. Mr. D's es el sitio perfecto para empaparse del más refinado ambiente '50 con unas camareras que además encajan perfectamente con la decoración.

El interior no tiene desperdicio incluido el camionero de la gorra, verdad man?.

Arizona y Nuevo México no están completos sin sus mercancías de corte kilométrico. En la foto solo aparecen las máquinas pero después, hasta kilómetro y medio de vagones!.

La tormenta ya esta encima. Moderada o fuerte ya no nos dejara hasta Flagstaff, LA en el recuerdo y es que en la radio suenan Doors y su LA Woman.

Trás un chaparrón descomunal cuyos efectos desaparecen con el tremendo bochorno reinante estamos a la entrada al puesto de guardas forestales con su archiconocido oso buenos-consejos...

... y a la entrada al Parque, sorpresa!, bikers a mitad de precio!, aprende España.

Simplemente espectacular lo que las fuerzas de la Naturaleza han moldeado por estos lares y eso que el día no acompañaba mucho para las fotos, pero en fin.

Otro descubrimiento de altura Jack Link's, tiras de carne seca a modo de cecina pero con un sabor inconfundible...

... si lo sabrá Don bisonte ja, ja.
La tarde ha quedado fresquita y hay que echarse encima la sudadera, los más de 6000 pies de altitud pasan factura...

... y en la localidad de Flagstaff otro mítico de la 66 el Museum Club. Unas rondas con nuestra mexicana favorita Angélica hacen del enclave el lugar más acogedor de todo Arizona.

Su interior se encuentra decorado a la vieja usanza del oeste: maderas, carros, osos, pumas y un pequeño escenario donde bandas de country o rock sureño animan las cerveceras noches a golpe de line dance.

Con nuestra maestra de ceremonias e improvisada guía.
En Winslow percoctaremos. Allí nuestro recepcionista, todo hospitalidad, nos proporciona, como no, la habitación biker-tema del motel y un par de tremendas magdalenas de bienvenida. Justo al lado el Broncos, garito lleno de apaches hasta las trancas donde tomaremos unas rondas ja, ja.


DÍA 5 Winslow-Gallup (New Mexico) (320 millas)

Hoy no hay desayuno sunny up nos aguarda Meteor City y su espectacular cráter y no podemos hacerle esperar. Como a lo largo de días anteriores el calor se hace insoportable en parado y la única terapia posible consiste en rodar y rodar. Atravesaremos la Nación de los Navajos y sus innumerables tiendas y restaurantes y en la ciudad de Holbrook abandonaremos por unas horas la 66 para visitar el Parque nacional de Petrified Forest, espectacular donde los haya... y sin agua! manda huevos...

Nuestro Broncos (quien lo ha visto y quien lo ve)...

... y el Motel Delta nos desean la mejor de las rutas.

En Meteor City solo hay una tienda de artesanía india y el mapa más largo que existe sobre la 66, es la ciudad más pequeña jamás visitada.

A escasas 10 millas se encuentra el impresionante cráter.

De dimensiones excepcionales cuesta imaginar el petardazo que tuvo que ser el impacto de un meteorito de 350 toneladas.

La carreera que nos trajo y nos ha de volver.

Solo ha faltado poder bajar pero eso parece que no está permitido.

A modo de reliquia esta cápsula de prueba de las misiones Apolo cumple con su papel...

... y esa gente de España que pasaba por allí, siempre! un saludo!.

Más 66 y sus históricos tramos nos llevan hasta la ciudad de Holbrook.

Toda la ciudad es un escaparate viviente, llaman poderosamente la atención estos tipis y coches de la época decorando el parking del Motel Wingwan...

... o la antigua fachada de esta antigua zapatería que además también hace trabajos en cuero para motocicletas, reciclarse o morir!.

Siempre somos bienvenidos, gracias!.

Me encanta lo bien organizado que tienen esto de los parques naturales los americanos, así da gusto entrar y perderse, ahora bien, lo de las multas se lo toman muy en serio así que beware y no te lleves  trocito de piedra alguna que a la salida si la pides te lo dan.

Like a rock...

... como rocas.

Con estas carreteras...

... quien en su sano juicio desearía que terminaran.

En Puerco Pueblo se conservan los restos de pintura indígena...

... con más de mil años de antiguedad.

Antes de abandonar el Parque existe un punto donde intersecciona con la histórica 66...

... y aquí la sorpresa, abandonado y desahuciado es el mismo coche que figura en la portada de nuestra guía, y nos lo queríamos perder.

Para la posteridad.

Il corvo...

... y el "desierto pintado".

Truckin'...

... y de nuevo en ruta por la Nación de los Navajos.

Habíamos probado toda clase de refrescos en las estaciones de servicio y mira que existe variedad pero este peace tea se lleva la palma, paz hermano ja, ja.

Sus innumerables y más que seguras carreteras unido a la excelente educación vial de sus conductores y a la grandeza de los paisajes, hacen de la 66 una de las vías más pintorescas para disfrutar de toda una experiencia.

Cerca de Navajo artesanía india al pie de las montañas...

... y artesanía sobre ruedas a pie de asfalto.

A qué esperan?, vale, Outlaws y Green grass and high tides.

Solo hablaría delante de mi abogado ja, ja.

En Gallup y con la tormenta en nuestra chepa decidimos spend the night together y hasta mañana...


DÍA 6 Gallup-Santa Fe (270 millas)

La Nación Navaja es vasta  a través del estado de Nuevo México, se suceden ciudades y pueblos como Thoreau, Bluewater, Milán, Grants, McCartys, Mesita o Albuquerque, en esta última una impresionante tormenta nos obliga a guarecernos durante más de una hora. Al resguardo de un country store la espera resulta de lo más amena. Intercambiamos pareceres de todo tipo con lugareños y hasta con un auténtico cowboy que, como siempre, nos ha de desear buena ruta. Luego por la 14 cruzaremos caminos y sendas para visitar el pueblo de Madrid, sentimos demasiada curiosidad...

Un tanto crazy ha resultado el desayuno de hoy, tanto como el Crazy train del señorito Ozzy al arrancar la máquina.

En los territorios indígenas el autogobierno en ciertos estados corre a cargo de las distintas tribus de nativos americanos, en este caso es el bueno de Rex Lee el que lo intenta, suerte!.
La Milán de Kachina Country nos viene de puta madre para alguna que otra compra de artesanía india...

... y en Grants artesanía sobre ruedas en Route 66 Motorcycles.
La Misión de Santa María de Acoma en la localidad de McCartys es una réplica de las misiones construidas por los españoles durante los siglos XVI y XVII para cristianizar a los nativos americanos en el estado de Nuevo México.

Junto a ella antiguas casas indígenas permanecen hoy totalmente abandonadas...

... no como nosotros que no abandonamos a nuestra querida 66 y continuamos la búsqueda de más aventura.

El paso obligado por la ciudad de Albuquerque hacia nuestro destino puede resultar un auténtico coñazo por lo extenso de su avenida principal, infesta de semáforos y con temperaturas superiores a 40º C se convierte en una trampa hasta para el más paciente de los rodadores...

... no así una tremenda thunderstorm que puede resultar hasta entretenida...

... y muy personal, yiiiha!.

La lluvia ha cesado y retomamos la 14 hasta la localidad de Madrid.

Pequeño pueblecito de apenas 200 habitantes donde sus casas antiguas en madera...

... y muy pintorescas...

... conviven con la fama adquirida tras el rodaje de de la película Wild Hogs.

Siempre bienvenidos en la partida...

... somos bien hallados en la llegada: el espléndido Silver Saddle.

Drive inn, confortable, limpio...

... y decorado al gusto y con muy buen gusto, si señor!.


DÍA 7 Santa Fe-Santa Rosa (225 millas)

Amanece por la ventana pero para mí sentado en el trono todavía no es de día, así que mato el tiempo leyendo la letra de esta gran canción del señor Willie Nelson, On the road again, todo un acierto para el nuevo día que se avecina, pero antes, visita a la bella y española ciudad de Santa Fe y a la fugaz Española.


Ciudad fundada por los españoles en el siglo XVI dejó de serlo en el XIX cuando la provincia de Nuevo México se independizó de España.

El legado español se hace patente en la Catedral Basílica de San Francisco de Asís que fue erigida sobre el antiguo templo existente del siglo XVII...

... y que hoy en día es el referente más emblemático de toda la ciudad.

Parte de la culpa de todo esto la tiene este señor, Don Diego de Vargas gobernador del territorio que fuera reconquistado en 1692 después de la rebelión de Popé, una sublevación de varios pueblos indios acaecida en 1680. La reconquista se recuerda cada año con las Fiestas de Santa Fe.

La arquitectura típica de la ciudad brilla con luz propia, edificios bajos imitando a las antiguas construcciones en adobe...

... soportales donde perderse paseando...

... y rincones donde perderse observando.

Si Don Diego levantara la cabeza ja, ja.

El Museo local recoge lo mejor del arte de Nuevo México...

... y el Café París, pues siempre nos quedará! ja, ja.

Siempre presente...

... y ya nos vale! ja, ja.

Y por la Española...

... continuamos por la 66...

... hasta Santa Rosa donde haremos parada y fonda en el motel La Loma y su simpático recepcionista Eddie ejerciendo de anfitrión.


DÍA 8 Santa Rosa-Shamrock (Texas) (285 millas)

Atrás queda Nuevo México y delante uno de los estados más emblemáticos de la Unión, Texas. En la localidad de Adrian se encuentra el denominado mid point de la ruta o punto medio kilométrico. Parada obligada repleta de iconos de la 66 resulta ser un enclave altamente entretenido e instructivo donde inmortalizar rincones de la ruta. Ya a la noche, en Shamrock, pararemos para descansar pero también para visitar a nuestro querido Big Vern y su casa de filetes y chuletones...

Como no podía ser de otra forma nuestros sunny up preferidos servidos esta vez en el Joseph's...

... emblemático bar & grill que además dispone de una completa tienda con merchandising de la 66, oiga!.

Santa Rosa y su sol abrasador...

... nos devuelven a la realidad off road incluido.

Cualquier rincón es apto para paradita y consultar mapa (que no GPS)...

... y como el que no quiere la cosa ya en Adrian así que Don't mess with Texas man!.

El MidPoint Café dicen que se encuentra en el punto medio de la 66, y además de eso, en su interior sirven unas tartas de manzana y unas hamburguesas de búfalo que lo flipas.

La prueba.

Junto al café esta curiosidad...

... una vieja furgoneta firmada por todos aquellos que se han dejado caer por este punto de la ruta, servidores incluidos.

No podía faltar...

... furgoneta de taraos incluida ja, ja.

Keep on truckin'...

... y paso fugaz por Amarillo.
Keep on ridin'...

... y estancia-suite en el Western Motel de Shamrock, y después...

... visita a Big Vern's y sus deliciosos filetacos, por fin una comida como dios manda! y eso que hasta la camarera nos pide el ID por eso de las cervezas, si es que somos unos chavalines! ja, ja.

Es de noche y ni un alma en la puta calle...

... así que hasta mañana aunque alguno no se resigne, eh Pelao? ja, ja.


DÍA 9 Shamrock-Chandler (Oklahoma) (270 millas)

Jornada de visitas: el National Route 66 Museum y los concesionarios Harley Davidson que ya empiezan a aflorar por tierras de Oklahoma. Comentar que la gente de los conces son de puta madre, un trato exquisito y muy familiar, como estar con los colegas tomando unas birras, si algo no lo encuentran lo buscan y rebuscan y si no, llaman al colega de turno que creen que puede tener algo parecido, ah! y además detallistas, así da gusto!.

Estrenamos el día y de que manera, la ciudad fantasma de Texola acoge esta pequeña cárcel de principios de siglo, adentrarte en este minúsculo espacio da que pensar y mucho.

Coches de época adornan las calles a nuestro paso...

... hasta la ciudad de Elk City donde se encuentra el National Route 66 Museum.

Todo un logro el conseguir un espacio agradable, entretenido y acorde con la filosofía de la 66.

Pero mejor dentro que la que está cayendo... ja, ja.

Los legendarios cines drive inn donde se hacía de todo menos ver la peli...

... o aquellas primeras caravanas donde entrabas justito, justito.

Cachibaches de todo tipo incluido un viejo aeroplano.

Baldosas del recuerdo...

... y vólidos atemporales.

Curioso y detallado mural sobre una antigua furgoneta de reparto...
... y más vólidos, este es mi favorito sin duda alguna. 

Pa'vernos matao ja, ja.

En Oklahoma primer centro oficial y primeras comparativas...

... y en Chandler de nuevo el hindú! ja, ja...

... el Lincoln.


DÍA 10 Chandler-Carthage (Missouri) (255 millas)

Missouri pasa a engrosar nuestra lista particular de estados pateados y es que un país tan extenso como los Estados Unidos es lo que tiene, atraviesas estados igual que en Europa atraviesas países.
Tras desayunarnos en el Rock Cafe de Stroud unas tortitas y café y desear a los suizos la peor de las rutas, maldita envidia! ja, ja, retomamos de nuevo carretera y sábana, que no manta por eso de las temperaturas ja, ja. Entre paraditas y visitas se sucede el día y es que los museos y rincones afloran a lo largo de este tramo de 66.

Nuestro único dios.

En Stroud coincidimos con unos suizos que han venido en sus propias motos, grrrr...

... y en Davenport otro clásico.

En las afueras de Tulsa en Catoosa se encuentra este pequeño reducto de la histórica 66. Se trata de un parque donde antaño la gente pasaba el día al igual que aquí lo hacemos en la Casa de campo o en el Retiro. Hoy en día se encuentra un tanto olvidado aunque mantiene ese decadente encanto de épocas pasadas...

... y algún que otro huésped.

Una placa conmemorativa nos recuerda al hijo pródigo que fue un tal Will Rogers...

... y en Claremore ...

... un museo muy particular.

Y es que aunque no te gusten mucho las armas solo poder observar su perfecta disposición y muestra es ya todo un pequeño arte, y si no...

... siempre nos quedará la música tararantantan...

... y más música!...

... y si no, un pensador ja, ja.

En Chelsea recuerdos de tiempos pasados...

... y en las afueras...

... el viejo puente Prior Creek construido en 1926, uno de tantos con los que contaba la 66 para cruzar pequeños arroyos y ríos.

Al igual que los puentes las viejas gasolineras florecían a su paso por la 66. Hoy en día aun fuera de servicio se mantienen restauradas y en pie para deleite del viajero.

Estamos en Kansas (Carry on my wayward son)...

... pero esta vez la búsqueda resulta más complicada de lo que esperábamos...

... por fin!, se trata del viejo puente The Rainbow en Riverton.

Alguno puede que no lo cuente ja, ja.

Rodando por el condado de Joplin hasta Carthage en Missouri...

... y allí nuestro motel favorito.


DÍA 11 Carthage- Jonesboro (Arkansas) (375 millas)

El calor es húmedo y chorreas más que una perra en celo pero es lo que hay, blanditos y pulcros abstenerse por favor. En Springfield abandonaremos la 66 por un día para enfilar hacia Memphis en el estado de Tennessee, allí nos aguarda mucho rocanrol y del bueno, pero antes hay que llegar y la noche se nos echa encima...

Como un dolalgial trata las resacas así tratan los paisajes a nuestro curioso cerebro, la mente se vuelve más accesible y amable...

... como esta simpática pareja de Memphis, gracias majetes!.

En la localidad de Ava compartimos comida con un hospitalario y agradable paisano que nos ameniza la comida con sus impresiones y opiniones, una vez más la hospitalidad americana sale a nuestro encuentro.

La 14 resulta la mar de entretenida con tantas pendientes y cambios de rasante y al rato...

... la noche hace acto de presencia y nos indica el camino a Jonesboro que es donde hemos decidido dar descanso a nuestros húmedos cuerpos ja, ja y es que Radar of love es quien tiene la culpa ja, ja.


DÍA 12 Jonesboro-Cape Girardeau (Missouri) (260 millas)

Es el día de Graceland y de que manera!. Graceland es el puto circo del Rey, del rey del Rock & Roll, de Elvis Presley. Un parque temático donde no falta de nada, espectáculo, restaurantes, merchandising, espiritualidad, fanatismo, freakys, de ná, y además como siempre, bien organizado y a un precio bastante asequible...

Lepanto!? si vamos a Memphis ja, ja...

Para accder a la ciudad de Memphis se ha de cruzar el Mississippi por este pedazo de puente metálico...

... y después de pagar, subirte en un autocar, cruzar la avenida y aquí estamos, la sencilla mansión del Sr. Elvis Aaron Presley.

El interior no falla y no hemos hecho más que cruzar la puerta.

Un jovencísimo Rey nos invita a continuar...

Esta sala con mono incluido es de mis preferidas, todo glamour...

... la más utilizada sin duda (barra de bar incluida)...

... magníficas fotografías de toda una vida (y junto a Johnny Cash??)...

... su más preciado instrumento...

... y sus más sonados hitos.

Sin palabras...

... su época más sonada...

... y sus excéntricos trajes.

Respetando...

... y disfrutando.

El museo de coches y motocicletas sencillamente espectacular...

... incluyendo su más que demandado cadillac rosa.

Este es mi favorito, que líneas, que clase...

... y a los postres este restaurante que te teletransportará a los años dorados del R&R.

Esto y mucho más es Graceland, un sueño cumplido...

... y de vuelta a nuestra querida 66. En Cape Girardeau cena, fonda y cama, la cena en un chino quien me iba a decir que me supiera a gloria ja, ja.


DÍA 13 Cape Girardeau-Bloomington (Illinois) (295 millas)

Dejamos atrás Memphis y Graceland y cada vez estamos más cerca de nuestro destino, Chicago. La jornada es tranquila y casi todo el trayecto discurre por autopista hasta la ciudad de St. Louis. Allí un objetivo: subir al Gateway Arch y fotografiar la ciudad a más de 190 m de altura...

... pero primero toca disfrutar de una gran obra de ingeniería como es el Puente sobre el río Mississippi. Construido durante el siglo XIX se trata de una estructura de acero en arco de casi 160 m de longitud.

En las cápsulas que suben a lo más alto del arco entran hasta 5 personas y hay hasta 8 cápsulas. En lo más alto hay un mirador con unos ventanucos desde los que puedes divisar toda la ciudad, la bajada es libre, es decir, cuando uno lo desee guarda cola y monta en una de las cápsulas.

A vista de pájaro el Palacio de Justicia...

... y el estadio de los Cardinals de St. Louis.

Elegantes rascacielos...

... y simpática ardilla intentando rascar el cielo ja, ja.

Por el inmenso Mississippi la navegación de barcazas es constante, no en vano es uno de los medios de transporte de carga más utilizados.

De nuevo en ruta se suceden Springfield, Sherman, Lincoln y Atlanta, en esta última el primero de los de los tres Bunyon's Giant.

Curioso reclamo de una tienda de la 66: Historia de la música Rocabilly, mola!.

Detrás un pequeño parque dedicado a la ruta...

... y dedicatoria incluida.

En Bloomington nuestro primer Super 8 y a descansar que mañana toca más y mejor, la capital de Harley Davidson nos aguarda....


DÍA 14 Bloomington-Milwaukee (Winconsin) (265 millas)

Buscas rocanrol man? esto es la jodida Norte América y aquí tienes todo el que quieras, solo has de introducir la llave, girarla y esperar que la radio comience a escupir acordes mientras la nena te calienta la entrepierna, entonces y solo entonces es cuando realmente te sientes vivo, y porque esta parrafada? porque hoy es el puto día en que llegaremos a Milwaukee entre otras cosas, porque es el antepenúltimo día de nuestra gran aventura y porque me apetece, qué cojones! Rock & Roll...

Chenoa?! esto no nos lo podemos perder...

... bueno no es lo que esperábamos pero nos vale, aunque un poco tardones.

En Pontiac nuestro penúltimo museo. Se trata del Route 66 Association Hall of Fame & Museum.

Dentro puedes encontrarte con todo tipo de iconos y merchandaising relacionado con la 66...

... y hasta una vieja Wolkswagen de esas que gustaban tanto a los hippies de California.

En la parte trasera esta pequeña joyita de autocaravana, un viejo autobús de colegio reconvertido en vivienda y al ladito...

... un pequeño tramo de adoquín de la original e histórica Ruta 66.

El interior del bus es alucinante, cada cosa en su sitio y un sinfín de cosas, me recuerda en parte al cuarto trastero de la casa de mi abuela donde podíamos permanecer durante horas buscando y rebuscando cacharros, y más cacharros...

Cada vez más cerca!...

... y cada vez más rápido!.

En Gardner un indispensable de la noche (y del día) donde refrescarte con unas birras del país y en horario diurno!...

... y en Wilmington "cohetitos" el segundo de los gigantes ja, ja.

Nuestra "prisión" en Milwaukee...

... el Iron Horse...

... sencillamente espectacular...

... y qué vistas! (el Harley Davidson Museum).

Como si nos estuvieran esperarando...

... estamos preparados y muy motivados.


DÍA 15 Milwaukee

Jornada de relax en nuestro hotel favorito después de una noche de fiesta. Disfrutaremos de las estupendas dependencias del hotel incluido su restaurante rico en carnes y gran servicio, gracias John! ja, ja.

Hoy toca visita al Museo Harley y a un par de conces. El parking del museo ya da una idea del ambiente que se respira en su interior...

Mi sala preferida, la sala de motores. Todos los modelos de Harley desde sus comienzos hasta el día de hoy y en una pantalla táctil puedes seleccionarlos y hasta hacer que rugan, una pasada!.

El museo como me comentaba un colega la noche anterior se encuentra en constante actualización, acorde a los nuevos modelos y cambios en la marca.

Muchas ideas que tener en cuenta, depósitos, emblemas, pintura...

En la sala de MC's los pioneros Black Panther todo un referente.

Una puesta en escena muy cuidada.

Easy Rider también tiene su pequeño rincón aunque alguna sea réplica.

Bueno, bueno, este monstruo no tiene nombre, joder! menudo bicharraco.

Despieces completos de los que tomar buena nota...

... y nuevos modelos a puntito de ser disfrutados.

Mi preferida... y me va a costar volver a España! ja, ja.


DÍA 16 Milwaukee-Chicago (Illinois) (165 millas)

Fin de trayecto, fin de viaje, fin de ruta... las 100 millas que nos separan de la enorme Chicago se nos pasan volando, hemos apurado la salida y en poco más de hora y media estamos a las puertas de Eaglerider donde alojaremos a nuestras queridas nenas con un hasta pronto... pero como no hay mal que por bien no venga, dispondremos de todo el día para visitar la maravillosa ciudad de Chicago y descubrir algunos de sus rincones más bonitos y espectaculares, dejamos la 66 hasta no sabemos cuando...

Buena gente y buenos profesionales, Eaglerider.

Una pequeña obsesión je, je.

Chicago es la tercera ciudad en importancia de los Estados Unidos. Ciudad que resurgió de sus cenizas en el año 1871 es hoy en día referente mundial en lo que se refiere a negocios y cultura.

La de persecuciones entre coches que se han rodado bajo la estructura que sostiene su tren interurbano.

Rascacielos, sí, pero de aparcamientos.

Ni una persecución!, lástima...

Se nos antoja el Barrio Chino y p'alla que vamos...

... pues sí, muy chino.

En el Parque Millenium podrás disfrutar del arte en la calle...

... y de algún artista que otro, ja, ja.

Su autor asegura que es la Puerta a las Nubes, no se...

... sin embargo servidor sí que se encuentra un poco por allí arriba ja, ja.

Sus avenidas interminables...

... y el río Chicago se convierten en las arterias de esta gran ciudad.

Excelente reclamo el de este periódico local...

... tanto por detrás ja, ja...

... como por delante.

Donde todo comienza pero para nosotros todo acaba...

... Y HASTA LA VISTA PENDEJOS!.